El estrés radicular puede ser uno de los motivos por los que los cultivos no rindan con la mayor eficacia posible. Es un problema demasiado común por distintos factores y causas, que contaremos a continuación, y además casi invisible ya que ocurre bajo tierra y es más complicado anticiparse. En este post te contamos qué es, sus causas, sus tipos y cómo evitarlo.

Qué es el estrés radicular

El estrés radicular es el conjunto de efectos que provoca malestar en las raíces de las plantas y provocan una ralentización del crecimiento y debilidad ante la aparición de posibles enfermedades. A veces incluso viene provocado por tareas comunes de mantenimiento de los cultivos, como el riego, ya que un exceso imperceptible de agua puede hacerles mucho daño.

Factores y causas del estrés radicular

• Condiciones del suelo: la actividad agrícola afecta mucho al suelo, provocando en ocasiones un mal estado de compactación que afecta a las raíces provocando estrés. En este caso, aumenta la densidad y la resistencia, haciendo que las raíces tengan restringido su espacio de movimiento y crecimiento. Así, por tanto, obtienen menos oxígeno y agua, entre otras consecuencias que generan una menor cantidad y calidad del cultivo.
• Choque térmico: la temperatura es uno de los factores que más en cuenta tienen las raíces a la hora de su desarrollo, ya sea en la germinación o en la fabricación del fruto. Cada cultivo necesita una temperatura mínima y una máxima para optimizar su desarrollo, por lo que exceder los márgenes supone un problema para el crecimiento. Y esto es difícilmente controlable por los agricultores fuera de los invernaderos.
• Daños mecánicos: cuando una planta sufre un problema de estas características en sus raíces, disminuye la calidad y la producción de forma invariable. Y provocar un daño mecánico es más fácil y común de lo que parece, pues se puede provocar tan solo con usar equipos y herramientas poco adecuadas, o por culpa de un personal escasamente capacitado. También influyen, o pueden hacerlo, insectos o plagas, o poner los cultivos demasiado cerca de forma que las raíces de dos o más plantas convivan en un mismo espacio y tengan que superponerse las unas sobre las otras, provocando un daño mecánico de difícil solución.
• Patógenos: el suelo es el hogar de millones de organismos microoscópicos como virus, bacteras u hongos. Su presencia en el suelo puede ser muy dañina para las raíces y, por ende, para los cultivos. Pero, además, hay que tener en cuenta la toxicidad en el suelo tras el uso de tratamientos químicos, pues los residuos o ingredientes activos, a veces, pueden dañar las raíces.

Tipos de estrés radicular

• Estrés medioambiental: es el provocado por todos los factores del entorno de la planta y que le pueden afectar negativamente al crecimiento. Se incluyen aquí factores como la sequía, la temperatura y la intensidad de la luz.
• Estrés mecánico: las plantas son extremadamente sensibles, por lo que todo lo que ocurre a su alrededor puede afectarles. De hecho, incluso sienten cuando alguien pasea a su alrededor. Una doblez de un tallo o una manipulación inadecuada puede tener consecuencias funestas.
• Estrés por sequía: las plantas sufren en condiciones de sequía. Esto se da debido a la pérdida de agua del suelo, que se evapora en mayor cantidad que la humedad que hay en el suelo. Aunque algunas plantas han desarrollado la posibilidad de almacenar agua para épocas de sequía, a veces esta esta tan larga en el tiempo que consumen sus reservas. En estos casos, el crecimiento se ve afectado por la carencia de humedad y de agua, no solo de la planta, sino también de las propias raíces, que para crecer usan más energía y por eso limitan su capacidad de producir.
• Estrés o asfixia radicular por exceso de agua: por contra, el exceso de agua también puede ser un motivo de muerte prematura para las plantas. Un suelo anegado evita que obtengan oxígeno, por lo que las raíces tienen que hacer respiración anaeróbica, generando compuestos tóxicos que amarillean las hojas y pudren la planta.
• Estrés por salinidad: cuando se produce un exceso de sales en el suelo, las plantas sufren ya que la salinidad reduce la cantidad de humedad en torno a las raíces. Además, una alta concentración de sales puede tener efectos tóxicos en las plantas.
• Estrés por calor: las altas temperaturas en sí no son negativas, pero sí los efectos que tiene: mayor evaporación del agua, en cantidad y velocidad cuanto más calor hace. Esto genera automáticamente procesos de sequía para las raíces. En situaciones extremas, además, los cultivos pueden sufrir quemaduras.
• Estrés por frío: las heladas, por su parte, paralizan el crecimiento de los cultivos al sufrir lesiones.
• Estrés químico: la aplicación de químicos durante el desarrollo de raíces y frutos puede provocar daños físicos si no se usa en las proporciones y cantidades adecuadas. El mal uso de herbicidas y su pulverización puede provocar un daño inintencionado, además, a plantas de alrededor.

Cómo evitar el estrés radicular

Dado que muchos de los factores que causan estrés radicular están en la falta de control de los agricultores y empresas agrícolas en el entorno, desde el clima hasta la degradación del suelo, lo ideal para evitarlo es hacer uso de entornos protegidos como invernaderos.

Además, para generar un entorno radicular favorable y controlar lo que ocurre alrededor de las raíces, permitiendo su máximo potencial y desarollo, existen sistemas de cultivo en sustrato que reproducen condiciones óptimas para ellas. Esto tiene una consecuencia directa: más salud, más fortaleza, más cantidad de fruto y de mayor calidad.

Los sistemas de cultivo en sustrato e hidroponía como los que diseñamos y fabricamos en Hydroponic Systems permiten desarrollar ese potencial limitando al mínimo el estrés radicular, pues en invernadero mantienen el clima y el entorno adecuados, y además, gracias a estas unidades de cultivo, las raíces evitan los problemas que habitualmente se encuentran en la agricultura de suelo tradicional.

Numerosos clientes lo han comprobado en todo el mundo, e incluso estudios independientes como este de Ceickor Centro Universitario, que demuestra que las plantas que usaron Hydroponic Systems tuvieron un desarrollo mayor entre un 3% y un 5% más. O este agricultor japonés que en su primera experiencia cultivando fresa con nuestras unidades consiguió una tonelada más que su rendimiento habitual.

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